Antes de irme al parlamento, en la cafetería donde desayuno, suena una canción de discoteca de los ochenta en KissFM; no recuerdo quien canta, pero es prima hermana de Modern Talking. Ayer hizo 35 años de la publicación de ‘Panic’ y 365 días exactos de nuestra visita al Museo de Ocaña, en Cantillana. No sabría decirte qué ha pasado más rápido, but everything’s gonna be alright.
Por la tarde se ha celebrado el cortejo fúnebre desde el Cementerio de San Fernando hasta la Basílica de la Macarena, con paradas en el Parlamento de Andalucía y en el monolito de la Muralla.
En la parada del Parlamento se ha leído un documento exigiendo el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, “por mucho que paralicen la aplicación de la Ley de Memoria, los crímenes saldrán a la luz y el pueblo andaluz conocerá la auténtica dimensión de la ignominia”.
En la Muralla se ha homenajeado la resistencia de los barrios populares sevillanos al golpe de Estado fascista de 1936 y la solidaridad de la columna minera onubense que desde la Cuenca de Riotinto acudió a nuestra ciudad.
Y en la Basílica de la Macarena se ha denunciado una vez más la indignidad de mantener enterrado en un lugar de honor a Queipo de Llano y exigiremos la salida de los restos del genocida responsable de los asesinatos de más de 50.000 personas en Andalucía.
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