
Mairena del Alcor ya tiene una plaza dedicada a Marcelino Camacho. La persistencia de nuestra gente en el ayuntamiento ha logrado que a la tercera sea la vencida. Ya s茅 que dedicar un espacio urbano es meramente simb贸lico: el s铆mbolo de alguien que nunca se puso de rodillas, ni en la etapa en que te golpeaban las piernas cuando levantabas el pu帽o, ni despu茅s, ni nunca, hasta que nos dej贸.
Cuando pienso en personas como 茅l, o como Manuel Ben铆tez Rufo, ineludiblemente asocio su existencia a la de su compa帽era Josefina (o Marta). No hay lucha sin sufrimiento, y las suyas, de ellos y de ellas, fueron juntas. Por eso, una plaza dedicada a Marcelino es m谩s generosidad, paciencia y amor al ser humano. Ellas, como ellos, lo dieron todo en la vida.
Cuando vi a Marcelino Camacho por primera vez a finales de los setenta, en el entonces Cine Paz de Dos Hermanas, yo era casi un mocoso inocente. La 煤ltima vez fue en una asamblea federal de Izquierda Unida, yo era menos inocente y casi igual de mocoso. Desde entonces han cambiado mucho las cosas, las personas, el sindicalismo y la pol铆tica. Y el cine Paz de invierno se convirti贸 en un bingo, no te digo m谩s.
Hoy he escuchado un EP de Amateur, grupo heredero de La Buena Vida. Su canci贸n El golpe es un precioso homenaje a Pedro San Mart铆n, el bajista que muri贸 hace seis a帽os en un accidente. Me he acordado de todo esto en Mairena del Alcor, la inocencia de aquellas canciones de LBV y la 芦revoluci贸n y vuelta a empezar禄 que canta Mikel en el estribillo del tema que abre el nuevo disco. Hubo un tiempo de inocencia en el que todo parec铆a que iba a cambiar, y luego, con la globalizaci贸n, el motor que mueve el mundo se reajust贸 seg煤n los c谩nones lampedusianos.
芦Nosotros somos leopardos y leones, quienes tomar谩n nuestro lugar ser谩n hienas y chacales. Pero los leones, leopardos y ovejas seguiremos consider谩ndonos como la sal de la tierra.禄
La ense帽anza de Marcelino es que despu茅s de caerse hay que volverse a levantar, dejando claro que ni nos domesticaron, ni lograr谩n domesticarnos. Ese ser谩 nuestro gran golpe de efecto, aquel que siempre tuvimos en mente, digno de joyeros venecianos.
PD: Pedro San Mart铆n siempre respond铆a a los mensajes que le escrib铆amos en el foro de La Buena Vida. Un d铆a le puse que hab铆a encontrado en emule unas canciones del grupo que no s茅 qui茅n grab贸 en directo; me respondi贸 que no las ten铆a controladas y que si le pod铆a dejar una copia. Por casualidad, semanas despu茅s tocaron en Sevilla, as铆 que quedamos y al final del concierto baj贸 y le pas茅 el cd.