…2022, antes de dormir, devoro las primeras páginas de ‘Existiríamos el mar’, de Belén Gopegui. Un año exacto antes, en el Parque de La Alquería (Dos Hermanas) empecé la autobiografía ‘Mañanas negras como el carbón’, de Brett Anderson (Suede). Y justo 365 días atrás, en 2020, ‘Cómo cambiar el mundo’, del camarada Eric Hobsbawm.
Este jueves nos hemos reunido la Coordinadora en Defensa de la Sanidad Pública de Sevilla, donde colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos compartimos espacio de reivindicación y ponemos en común las agendas de movilización que se producen en la provincia. Ahí he informado de la manifestación que tendrá lugar el próximo domingo en El Garrobo, y la compañera Juani Luza (CC.OO) y el compañero Diego Cebrián (UGT) han informado de la convocatoria del 19 de febrero en todas las capitales andaluzas. Por cierto, que nuestro coordinador en Lebrija, Gonzalo Busto, ha marcado en el calendario el sábado 5 de febrero a las 12 del mediodía para una nueva mani, convocada por una de las plataformas más activas de la provincia.
Toco madera: Tres pinchazos de Pfizer y las tres veces solo el brazo ligeramente dolido durante unas horas. Por contra: Nota mental: Nunca leas caminando por la calle, sobre todo si eres una persona alta y la acera es estrecha. Nunca desdeñes las señales de tráfico, los aparatos de aire acondicionado o cualquier saliente accidental de las paredes. Menos mal que las cabezas duras.
Tiene narices que la Radio Nacional de España abra su informativo con más audiencia de la mañana dándole cancha a un negacionista que juega al tenis y poniéndole altavoz con amplificador a un bulo. Menos mal que nos sigue quedando (algo) en Radio 3, donde se ha argumentado que el asunto de la sostenibilidad de las macrogranjas no tiene recorrido y que cosa distinta es cuestionar la sostenibilidad del ministro de consumo. Como ha dicho el incontinente Maestre: «No importa la verdad cuando no hay nadie que la diga para que alguien la pueda escuchar, si la democracia muere en el siglo XXI el que le dé el tiro de gracia será un periodista».
Leo cosas que debí perderme el año pasado y que seguramente tú conoces de sobras. Que Yolanda Díaz le respondió «San Mateo 19:23-30» a García Egea cuando éste le recriminó en el Congreso su visita al Vaticano mientras critica la asignatura de Religión; o sea: «es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos». Que hubo un «tuit fugaz de la secretaria de Comunicación del PP de Madrid calificando de cumbre comunista el encuentro con el Papa».
Abro el libro. Tras la dedicatoria, la Primera Parte (1) empieza así: «Las voces narradoras, según se ha confirmado, atraviesan muros, leen los pensamientos, recuerdan al pie de la letra las conversaciones, describen escenarios, muebles, la ruta evanescente de la luz entre las hojas de los árboles. Poseen, además, el don de la recolección». Y caigo en la trampa.