Que no nos reduzcan los trenes de cercanías

Tal vez no basta con la movilización: también hay que tomar la institución, las instituciones; pero que quede claro: con lo que no bastará nunca, pero nunca nunca, es con estar en las instituciones: hay que machacar en las movilizaciones.

Hace unos días nos enteramos de que Renfe-Adif está trasladando a Barcelona trenes de cercanías de Sevilla y Cádiz, y trayendo de allí otros con menos vagones. Eso afecta a nuestra gente trabajadora, a estudiantes, a personas que van a echar unas cuantas horas en casas pudientes, a funcionarias y funcionarios que hacen su jornada laboral en la capital, a quienes van a los hospitales a estar con sus familiares… en definitiva, es un recorte de clase, que también afecta a los atascos (si se reducen vagones, habrá quien tenga que utilizar el vehículo privado), a las personas con movilidad reducida, a nuestro maltrecho sistema de transportes público.

Homenajes

Como cada año (y en los últimos, a cuál más laborioso), acabamos juntándonos militantes y simpatizantes en nuestra sede para almorzar y echar un buen rato en el habitual salón de asambleas, sin más orden del día que estar juntos y disfrutar de la compañía.

Este año hemos ofrecido un más que merecido homenaje a Francisco Rey (nuestro único rey), Pepe «el ditero» (nuestro último maqui) y Antonio Fornet (ya estaba él en el PCE cuando en Dos Hermanas renació el PCE). 

Los dos enemigos de la sanidad pública andaluza

Susana Díaz presume de la sanidad pública andaluza, pero los últimos datos disponibles cuentan que Andalucía es la autonomía con el menor presupuesto sanitario por habitante de todo el país: 1.007,11 euros por persona, una cantidad muy alejada de la media estatal, que son 1.232,60 euros, y más distante aún de los 1.584,73 euros que invierte el País Vasco, la autonomía que más destina a la sanidad pública.

No hace falta ser un séneca para conocer lo que pasa en verano en nuestros centros de salud y hospitales. En Albaida del Aljarafe, donde tenemos la tasa de natalidad más alta de España, no hay pediatra entre junio y septiembre. Y no sólo en verano: el otro día nos dijeron que en la atención primaria en Olivares han reducido de cinco a tres el personal médico y de dos a uno el personal administrativo, además de, al parecer, trasladar parte del material sanitario a Sanlúcar la Mayor.

Bizarre love triangle

Ni una, ni siquiera por botón de muestra: todas nuestras enmiendas a los presupuestos de Andalucía han sido rechazadas, una tras otra, en el tiempo que se levanta un brazo de palo. Así, por sistema. Susana Díaz no ha necesitado compartir gobierno con Ciudadanos para gobernar con Ciudadanos. Es lo que tiene montar una gestora para entregar la vara a Rajoy y completar el triángulo de amor bizarro con Rivera. Algún día de estos que va a Madrid la confunden con Cristina Cifuentes. Una confusión menor.

Lo que pregunta la gente

Frase política de moda parlamentaria: «Cuando hablo con la gente de la calle, nadie me pregunta por», o su derivada «nadie me dice que esté preocupado por»… Es, como lo de hablar de las cosas que son de «sentido común», muy del estilo cuñado R&R (Rajoy & Rivera).

Esta mañana, camino de Sevilla, he escuchado en la radio a Rajoy diciendo en la sesión de control del Congreso que, cuando habla con la gente, nadie le dice que está preocupado por la Ley Mordaza, que es una ley que, bien leída, aplica el sentido común. 

Pimpinela

Parlamento de Andalucía, votación de enmiendas a los presupuestos 2017: al final resulta que Susana Díaz presume de lo público votando a favor de lo privado, que le encanta hacer pinzas de colores naranja y azul, que lo que pide su partido en los pueblos se queda en los cajones de San Telmo hasta mejor proveer… que su crítica a Rajoy es tan verosímil como las peleas de Pimpinela. Que no mira a su izquierda ni con tortícolis, vaya.

La política de la Junta y la del gobierno central como escala de grises.