El dos de abril de mil ochocientos,
Beethoven estrenó en Viena su Primera Sinfonía, iniciando una revolución de la música clásica que acabaría, cien años después, con la disolución de la tonalidad.
Agitpop
Anoche me acosté fascinado tras escuchar partes de la décima sinfonía de Beethoven (sic) en una versión reconstruida por el musicólogo Barry Cooper a partir de bocetos y notas que dejó el compositor. No es 100% Beethoven y solo es un movimiento, pero emociona (no conozco la completada, más recientemente, con inteligencia artificial) y me sirve para borrar los nubarrones que dejan la cronología de Twitter o los últimos trolls de Facebook. Cuestión de equilibrios para no desgastar la mucha o poca riqueza mental que te queda.