El anverso
Estaba encerrado en ‘Burnt Number’ cuando Pintamonos me prestó una de sus cinco variaciones sobre un tema de Haro Tecglen, de quien nunca olvidaré aquella metáfora, creo que publicada en una columna de El país, sobre el niño que va por primera vez a la escuela y ya no vuelve. Esta crisis es un poco así también. Determinados rasgos de nuestra personalidad se están poniendo a prueba como pocas veces: nuestro egoísmo, nuestra paciencia, nuestra capacidad de discernimiento entre la urgencia colectiva y la necesidad individual, y asi… en definitiva: nuestra madurez como seres humanos.