Todo es posible en domingo.

Anoche me acosté fascinado tras escuchar partes de la décima sinfonía de Beethoven (sic) en una versión reconstruida por el musicólogo Barry Cooper a partir de bocetos y notas que dejó el compositor. No es 100% Beethoven y solo es un movimiento, pero emociona (no conozco la completada, más recientemente, con inteligencia artificial) y me sirve para borrar los nubarrones que dejan la cronología de Twitter o los últimos trolls de Facebook. Cuestión de equilibrios para no desgastar la mucha o poca riqueza mental que te queda.