Iba a escribir algo sobre las nuevas canciones de Christina Rosenvinge y, de repente, me entero de la muerte de Jóhann Jóhannsson. Busco información y todo lo que encuentro repite el patrón de las agencias de noticias.

El compositor islandés Jóhann Jóhannsson, autor de bandas sonoras de películas como Sicario, La teoría del todo o La llegada, murió ayer en su casa de Berlín a los 48 años, según una entrada incluida este sábado en su propia cuenta de Facebook. Hace una semana estuvo tocando en Barcelona y era una de las figuras del cartel del Primavera Sound de este año. Las causas del fallecimiento no han sido reveladas.

Conocí la música de Jóhannsson cuando publicó IBM 1401, A User’s Manual (2006) y lo seguí sin parar desde Fordlandia (2008), una de esas obras que cambian tendencias y superan los clichés sobre conceptos de música clásica y electrónica (exceptuando a puristas, claro). Luego fue cuando se hizo famoso por sus bandas sonoras y recibió premios.

Cuando muere alguien del mundo de la música que llevas años escuchando, tienes una sensación extraña: no conoces a esa persona, en muchos casos (como este) apenas lo has visto en fotos, no sale en sus vídeos y ni siquiera sabes cómo habla o qué piensa de ninguna cosa.

Sin embargo, todo aquello que su música te ha dejado de alguna manera, como sedimentos, imágenes o momentos concretos, inevitablemente provoca una cierta sensación de pérdida.

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AgitPop

Una guía imprescindible para quienes seguimos empeñados en hacer de la importancia de la memoria democrática una realidad cotidiana.

Reseña de Mauricio Valiente.

La música del azar de este 2025, que me acompaña en el día a día, en casa, en el tren o en la carretera. Cada vez que algo nuevo me gusta, lo añado. Tal vez no encuentres una lista de grandes éxitos, pero no soy yo quien decide: son ellas, las canciones, quienes me eligen a mí.

Cancionero 2025 en Spotify.

No he visto Oppenheimer y creo que tampoco Interstellar, pero me ha gustado bastante el debut en guión y dirección (1998) de Christopher Nolan, titulado Following, «rodado en blanco y negro y en 16 mm, durante los fines de semana y con un presupuesto de 6.000 libras», según Filmin.

Reseña en Wikipedia.