Aire: el gobierno andaluz sigue golpeando las cacerolas
Cuando Moreno Bonilla anunció la supresión del impuesto de sucesiones en Andalucía, hace algo más de un año, se dijo que tendría un impacto «de unos 37 millones de euros (anuales) y beneficiará a unas 10.000 personas», concretamente «el 1,5% de la población de la comunidad que hereda más de un millón de euros». Apenas una semana más tarde de esa rebaja para las rentas más altas de nuestra comunidad autónoma, el gobierno trifachito andaluz rebajó también el IRPF del tramo autonómico a los más ricos. La reducción de impuestos, entre una y otra cosa, supondría 235 millones menos de recaudación en cuatro años. Dinero público que recuperaba el hijo de la duquesa y sus amigos, y que perdía la gente común.