Nada como el hogar

Leo con auriculares mientras mi hijo y sus amigos forman un trío gamer -tablet, PC, smartphone- en el salón de casa. Durante los últimos años, la banda sonora de lo cotidiano ha absorbido, de rondón, música de series de dibujos animados, primero, y de  juegos digitales, después. Minecraft se coló en mi lista de Spotify, y de vez en cuando silbo melodías livianas de Roblox (ahora mismo, el top es Bee Swarm Simulator).