Cuaderno de agosto (9).
Debe ser por el calor o la humedad, que paternalizan los sentimientos. El ex ministro británico Gordon Brown pide para las eléctricas «gravar beneficios, congelar precios y nacionalizar si hace falta». Que un soldado de Thatcher diga estas cosas a toro pasado no es que tenga para medallas; esa magdalena de Proust no es el aroma de Heno de Pravia. De Guindos también tuvo lo suyo cuando en mayo, como vicepresidente del Banco Central Europeo, pidió «subidas de salarios para compensar la inflación» (vale: para evitar el riesgo de impago de hipotecas) y alertó que «solo el 12% de las medidas fiscales adoptadas para amortiguar los incrementos de los precios de la energía en 2022 están destinadas a las familias más pobres. Y apenas un 1% contribuyen a la transición verde. Mientras que un 54% fomentan el consumo de combustibles fósiles».