Nunca perdamos nuestra capacidad de asombro. Esta mañana me echaba las manos a la cabeza cuando Alejandro -trabajador de la Clínica Santa Isabel despedido por ejercer su derecho a la libertad sindical– me contaba su periplo desde el 25 de julio hasta ahora, la actitud de la empresa -qué duro se me hace mencionar esa palabra cuando hablo de salud- y las relaciones laborales que existen en la sanidad privada (que, como concertada con la pública, también se mantienen con nuestros impuestos).

Y qué duro se me hizo estar en la concentración y ver cómo entraba el gerente de la clínica, traje y zapatos castellanos, y cómo salía y tomaba un taxi con la arrogancia de quien sonríe mientras pisa una colilla. Un puesto de trabajo hoy es igual que una silla esperando ser ocupada al lado de un contenedor de basura. 

«Si te paras, pierdes». Una vez escribí esa frase en un cuento muy malo que lleva dos décadas guardado en un cajón. De vez en cuando me atraviesa el cerebro, de hecho la recordé esta mañana mientras un chaval de un servicio de mensajería entraba en la clínica cargado de cajas y, al verlo de espaldas, tenía escrito en la camiseta: «Lo mejor está por llegar». Luego, a la vuelta de la concentración, charlando con mis compañeros Marcelo y José Antonio Mesa, hubo un momento de silencio en el que todo-lo-que-pasa-en-el-mundo me pareció una locura y, lo que es peor, ante la indiferencia generalizada del respetable. «Si te paras (a pensar), pierdes». 

Menos mal que es solo un momento de inflexión. Menos mal que he aprendido a zarandear la cabeza igual que un perro se seca después de un chapuzón. Menos mal que luego lees la carta de Antonio Maíllo y cambias de pantalla y te dices: «qué narices, no vamos a darle gusto a los que llevan los zapatos castellanos» y, como la mayoría de lo que escribo duerme en un cajón, celebro el subidón de la noticia de Antonio escuchando una canción de aire tibio que últimamente no se me quita del silbido. A lo mejor es verdad que lo mejor está por venir. 

Va por ti, hermano.

etiquetas:

AgitPop

Una guía imprescindible para quienes seguimos empeñados en hacer de la importancia de la memoria democrática una realidad cotidiana.

Reseña de Mauricio Valiente.

La música del azar de este 2025, que me acompaña en el día a día, en casa, en el tren o en la carretera. Cada vez que algo nuevo me gusta, lo añado. Tal vez no encuentres una lista de grandes éxitos, pero no soy yo quien decide: son ellas, las canciones, quienes me eligen a mí.

Cancionero 2025 en Spotify.

No he visto Oppenheimer y creo que tampoco Interstellar, pero me ha gustado bastante el debut en guión y dirección (1998) de Christopher Nolan, titulado Following, «rodado en blanco y negro y en 16 mm, durante los fines de semana y con un presupuesto de 6.000 libras», según Filmin.

Reseña en Wikipedia.