Celebro el Día de la República porque no permito que me arrebaten mi patria, porque no hay relato más vacío y zafio que aquel que reniega de Emilia Pardo Bazán, de Mercè Rodareda, de Gabriel Celaya. Porque una patria es más grande y más libre si plural, diversa y mestiza, la de la infancia en un patio de Sevilla y el adiós en Collioure. Es cierto que mi bandera solo es de un color, pero este 14 de abril rojo, trigo y violeta, me niego a que me arrebaten nuestra patria entera, la España de trabajadores y trabajadoras de toda clase, de Libertad y de Justicia, la España del Pueblo.

En la radio, otras efemérides: 50 años de la muerte de Nino Bravo y en mi recuerdo una secuencia nocturna, en la esquina del bloque de pisos donde vivía, Manolito (así me llamaban todas las madres del barrio) le contaba a un amigo (no recuerdo a quién) que habían dicho en la tele que el cantante había fallecido en un accidente. 25 años del primer disco de Los Planetas, origen patrio-granaíno de cierto indie que no formó parte de mi devocionario (ni ahora). Dos personas muy queridas cumplen años precisamente hoy, Ana y José Manuel; el azar republicano tiene estas gratas vicisitudes. Y una canción desesperada: hoy despedimos a nuestro querido camarada Antonio Morales, el Chato, a quien muchos tendrán en su memoria por la extraordinaria generosidad que derrochó en los tiempos difíciles y yo, particularmente, por su amplia sonrisa, su sentido del humor y por ese cariño especial que derrochó conmigo.

AgitPop

Una guía imprescindible para quienes seguimos empeñados en hacer de la importancia de la memoria democrática una realidad cotidiana.

Reseña de Mauricio Valiente.

La música del azar de este 2025, que me acompaña en el día a día, en casa, en el tren o en la carretera. Cada vez que algo nuevo me gusta, lo añado. Tal vez no encuentres una lista de grandes éxitos, pero no soy yo quien decide: son ellas, las canciones, quienes me eligen a mí.

Cancionero 2025 en Spotify.

No he visto Oppenheimer y creo que tampoco Interstellar, pero me ha gustado bastante el debut en guión y dirección (1998) de Christopher Nolan, titulado Following, «rodado en blanco y negro y en 16 mm, durante los fines de semana y con un presupuesto de 6.000 libras», según Filmin.

Reseña en Wikipedia.