Arde la calle al sol de poniente: hay frases que son patrimonio intangible, como la siesta en vacaciones, la persiana bajada y el más absoluto de los silencios al otro lado del cristal, ahí abajo, en la plaza.
Leo con auriculares mientras mi hijo y sus amigos forman un trío gamer -tablet, PC, smartphone- en el salón de casa. Durante los últimos años, la banda sonora de lo cotidiano ha absorbido, de rondón, música de series de dibujos animados, primero, y[…]