Toda civilizaciĆ³n tiene
un envĆ©s de barbarie. Repasando citas pasadas, encuentro esto que el compaƱero RaĆŗl de Montequinto me escribiĆ³ en WhatsApp: Ā«Una vez leĆ un cartel en el mayor āmanicomioā de Buenos Aires que decĆaā¦ āNosotros estamos aquĆ dentro para que los de fuera crean que estĆ”n cuerdos’Ā». Esa frase me traslada a un libro de Inger Christensen que me regalaron por mi cumpleaƱos, Eso, donde todos los pacientes de un centro psiquiĆ”trico se ponen de acuerdo para decir que nieva y, al cabo de un rato, el personal sale al jardĆn a dar vueltas, corriendo y
No hay por quƩ desconfiar si la locura ha decidido ya por ti.