«Memoria de las cenizas. Andaluces en los campos nazis»

Foto de José Manuel López Adame.

Quienes equiparan la ideología comunista con el nazismo saben que fue el Ejército Rojo el que liberó Auswitchz. También saben, aunque no lo reconozcan, que condenar la barbarie sionista sobre el pueblo palestino no es equiparable a ser antisemita, ni mucho menos. Por eso resulta tan emocionante como esclarecedor escuchar a una víctima judía (Annette Cabelli) hablar de respeto.

Este lunes conmemoramos el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto nazi en la sede de IU Dos Hermanas, donde se ha proyectado el documental ‘Memoria de las cenizas. Andaluces en los campos nazis’, un conmovedor testimonio de andaluces republicanos supervivientes y familiares de los asesinados en los stalags (campos de prisioneros), que partieron de Estepa, Montilla, Granada, Montalbán, Almería, Olvera… a Francia, donde fueron hacinados en playas, y más tarde, con la ocupación, trasladados en vagones de ganado hasta Mauthausen, conocido por ‘el campo de los republicanos» y, también, por «el campo donde entrabas y ya no salías».

Unos 10.500 republicanos, 1.500 andaluces, sólo 500 supervivientes. En el documental, los 87 escalones que había que subir y bajar a la cantera, el crematorio Guzen, las granjas experimentales Bretstein, a más de 200 kilómetros, en Austria, haciendo una carretera con piedras a -17ºC, una nave donde se apilaban los muertos hasta la altura del plafón, colocados pies y cabeza unos encima de otros, haciendo filas con un espacio enmedio para pasar, pasillo siniestro por el que pasaban y «ya ni nos dábamos cuenta», acostumbrados al terror permanente y a la presencia ubicua de la muerte.

«Cuando se liberó el campo, nosotros no teníamos patria» cuenta uno de los supervivientes. «Siempre hemos luchado contra Franco: entonces, y después. Hemos sido y somos antifascistas hasta la muerte». Y el ‘Juramento de los supervivientes’: el deber ético de recordar.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.