Junto a la fosa común de Dos Hermanas, donde este 18 de julio hemos vuelto a acudir para rendir homenaje a sus mártires de la libertad, he recordado la jornada de puertas abiertas celebrada el martes pasado en el cementerio de Benacazón, donde se mostraba un amasijo de cuerpos de 17 de represaliados a apenas dos cuartas del ras del suelo.
He recordado que esos restos llevaban allí ocultos casi 90 años; que el dictador responsable de sus asesinatos murió en la cama hace 50 años; que tras su muerte se aprobó una ley de amnistía y un pacto de silencio no escrito; que ese pacto de silencio no escrito pretendieron que se pareciese a este poema de Erich Fried, titulado Lo que sucede:
Los inocentes no saben nada
porque son demasiado inocentes
los culpables no saben nada
porque son demasiado culpables
A los jóvenes no les preocupa
porque son demasiado jóvenes
y a los viejos no les preocupa
porque son demasiado viejos.
Por todo ello nada sucede para impedirlo
y por todo ello ha estado sucediendo
y sigue sucediendo como antaño…
He recordado también que hubo un error, una pequeña brecha, que abrieron personas como José Sánchez Gutiérrez, y muchos otros como él en otros pueblos y ciudades, y asociaciones, y plataformas, y algunos personas de partidos y sindicatos…
Yo solo llevo un cuarto de siglo yendo a esa fosa común de Dos Hermanas, pero otros y otras allí presentes llevan más años acompañándolo, con un ramo de flores rojas, siempre con una dedicatoria a alguna de las personas asesinadas por el fascismo.
También he recordado que ahora tenemos una ley, que tal vez no comprende del todo todo lo que nos gustaría, pero que es un avance sustancial que va a permitir, si nada se tuerce, que vean la luz esas 45.000 víctimas de desaparición forzada que se estiman en Andalucía, en unas 800 fosas, 11.000 sevillanas y sevillanos de más de 80 municipios y más de 150 fosas en la provincia de Sevilla. Que hay un aspecto fundamental de esa ley, que es que se entrega a lo público la responsabilidad de verdad, justicia y reparación.
Si todo va bien, el año que viene estaremos en esa fosa común de Dos Hermanas homenajeando a víctimas del fascismo exhumadas. Y hoy he dicho allí que creo que ese homenaje debería ser también, por primera vez en varias décadas, un homenaje a las personas que han luchado durante más de medio siglo por que vieran esa luz las personas represaliadas y las víctimas; que víctimas también son sus familiares; que víctimas fuímos todas y todos.