Un folleto en el suelo del ascensor que dice: «¿Quién domina el mundo?», bajo un dibujo que parece un collage entre la iconografía del Domund y la portada de Oxygène de Jean-Michel Jarre.
En la radio, el debate catalán ocupa el cien por cien de todas las mesas de todas las tertulias, dejando para las noticias en batería los cuatro asesinatos a mujeres y las dos muertes diarias en accidente de trabajo.
Nueve de noviembre. Si Aznar hablaba catalán en la intimidad, Rajoy debería enviar un ramito de violetas a Mas, o viceversa, como el marido que nunca fue tierno en aquella canción de Cecilia.
Ya sabemos quién domina el mundo. Como siempre, sin tarjeta.