Mis 40 parámetros

«Taking me where I want to be»

Me llaman de Canal Sur para preguntarme si conozco a Francisco Tejado «de la Red de Activistas de IU Sevilla». Hablo por teléfono junto a la ventana; abajo en la plaza del Arenal, al otro lado del paso de cebra, un hombre y una mujer gritan a alguien que se escapa de mi visión; el mayor insulto, el más repetido, hasta la saciedad, es «maricón», se conoce que debe ser el más incisivo en las tripas del receptor; lo dicen y se ponen tiesos como los banderilleros, pero la provocación no surte efecto y acaban entrando en el bar de la esquina.

Parecidos razonables

Frío en el cine: otro clásico del verano. «Deja de hablar de cosas por hacer», dice el anuncio de un banco en el momento movierecord. Un trabajador llama la atención a la mujer de la fila 10, que está grabando la película con el móvil. Pero lo mejor de la sesión es la sonrisa de mi hijo, limpia y abierta de pura inocencia.

A casa por vacaciones

Con una determinada actitud: la de mirar (y mirarme) desde otro lugar, como dicen que hace la publicidad de una marca de productos de belleza, intentando volver a lo que soy sin el despiste de lo que la erosión va desgastando. Bienvenido al hogar.

Me sigue Antonio Luque

De Sr. Chinarro no sólo me gustan sus canciones: también me gusta lo que escribe Antonio Luque en su blog, suelo leer/ver sus entrevistas en medios digitales y escritos y, de vez en cuando, reviso si hay alguna grabación suya en youtube. En sus conciertos intento escuchar atentamente lo que dice entre canción y canción. La última vez fue en la sala Obbio, hace poco, y fue una pesadez: la gente que tenía a mi alrededor no paraba de charlar y no me enteraba de nada.

El bello verano

En la sala de espera de la consulta del oftalmológo, los móviles suenan a volumen de otorrino. Mis glándulas han vencido a los chalaciones gracias al tratamiento, a la manta eléctrica «durante el tiempo que dura un telediario» y a la higiene ocular con champú para niños. Aunque mis ojos aún conservan restos del naufragio, ya no es tan obligado ir a las manifestaciones en modo Martirio. Gracias mil, Alfonso Romera, oculista bro de la vista.

El método del discurso: un ejemplo (celebración del Día de la Esperanza en el Polígono Sur de Sevilla)

Tomo notas cada vez que voy a un sitio, sea asamblea de IU de cualquier municipio, sea una manifestación, un encuentro con algún colectivo, una charla… Dependiendo de la situación, escribo en un cuaderno, en el teléfono móvil, en un folio… Y si alguna vez es imposible, archivo las ideas en mi cabeza lo mejor que pueda para apuntarlas después; y si no hago ni lo uno, ni lo otro, es que no he encontrado nada interesante que guardarme.