Domingo por la mañana en Pedrera, donde hoy hemos celebrado reunión de la Coordinadora Andaluza de Izquierda Unida. El lugar elegido es más que acertado, por lo que tiene de simbólico para este pueblo (y su alcalde, nuestro querido Antonio Nogales), por su lucha y movilización en defensa del ferrocarril, tras 14 meses sin circulación de trenes convencionales desde Sevilla a Málaga y Granada en el tramo de Osuna a Pedrera.

Ve apuntando en esa agenda nueva tan molona que te han traído los reyes magos: el domingo 26 asistiremos a la convocatoria de manifestación realizada por Marea Blanca en Sevilla, bajo el lema «La Salud es un Derecho, la Sanidad Pública no se vende», que partirá a las 12 de la Avenida de la Constitución (frente al S.A.S.) y terminará en Las Setas.

Hoy ha arrancado la investidura en el Congreso tras la firma del acuerdo entre Unidas Podemos y el PSOE para inaugurar, al fin, una nueva etapa en la que España aspira a convertirse en un referente europeo de justicia social. Un programa de Gobierno con el que avanzar en derechos sociales, servicios públicos, políticas feministas y de lucha contra el cambio climático.

Mi particular recorrido vital ha llegado a la madurez en los últimos diez años (2010-2019), de modo que es con esta palabra, madurez, sin otra connotación previa que la pura evidencia física, con la que podría definir la década recién terminada; madurez por el máster de 1º de paternidad (la calificación, en diferido), por la brecha que deja la pérdida de madre, de padre, de seres cercanos tan queridos; por asumir que tengo que afeitarme con gafas y que mi buena salud, toco madera, es un regalo que no se envuelve solo, que hay que cuidar, incluso enamorar (perdón por la pedantería, pero yo me entiendo).