Celebramos el Día de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía.

Hoy hemos celebrado en Plaza Nueva de Sevilla el Día de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía. Un acto cargado de emociones, perfectamente conducido por el maestro Juan Morillo, que ha servido para romper el absoluto olvido institucional del presidente de la Junta, pese a que la fecha conmemorativa está señalada por la Ley aprobada en su día por todos los partidos presentes en el Parlamento andaluz.

Las enseñanzas de una esquina rota.

Los salarios recuperan poder adquisitivo y la inflación baja, aunque los beneficios empresariales inflan vergonzosamente el coste de la cesta de la compra. Certezas sobre las cosas del comer ajenas a los TT de las redes sociales de hoy: «Berlusconi», «Mbappe», «Capitán América», #LevanteAlavés… hasta «Aznar» o «Con ETA». Como escribió Daron Acemoglu en El fin de las redes sociales, mientras Orwell temía que se nos ocultara la verdad, Huxley temía que la verdad terminara sumergida en un mar de irrelevancia.

La revolución de la esperanza.

Fallece el príncipe de las mamachicho, del populismo chabacano, machista y hortera, el antecedente europeo del trumpismo, de la mafia como modelo legal de gestión y, también, del principio del fin del neoliberalismo capitalista. Su poderío mediático y su descaro económico sirvió de doctrina programática para quienes han convertido lo neocon en folletín, fake news y telebasura ideológica. Tal vez exagero: hubo un tiempo en que él también habría podido disparar a gente en la Via Condotti sin perder votos.

Nunca dejar de descubrir.

«Si la especie humana quiere ir hacia el apocalipsis, estupendo. Yo no lo puedo evitar. Lo que voy a hacer es tratar de preservar las pistas que de verdad me alimentan como ser humano e intentar convencer a aquellos con los que pueda hablar de la conveniencia de hacerlo así». (Aplíquese a la vida esto de Santiago Auserón sobre la distribución digital de la música).

Dolor de muelas del corazón.

Por fin acuerdo en Sumar. Ahora toca menos Zarzamora y más Tour para las Masas, remedar al grupo favorito de IDA que tocó anoche en el Primavera Sound, donde las divinas Julia Holter y Caroline Polachek me concilian con la música moderna de los USA. Los macrofestivales (y a veces los registros de coaliciones) devienen inhumanos y ecocidas, aparte la sensación de ir corriendo como pollos sin cabezas por túneles, pasillos y escaleras de Atocha para llegar tarde a ninguna parte.

Al gimnasio en coche para montar en una bici estática.

79 años de la publicación de 1984, pero desayuno con una cita de Gramsci: «La historia enseña pero no tiene alumnos» y cuánto agradezco la disciplina de nuestra gente a la hora de evitar el ruido y las nueces en el culebrón mediático de Sumar. Hablar demasiado ayuda a tu enemigo, que decía un cartel soviético de la era Stalin (círculo cerrado, Orwell).