En Santiponce antes del cierre perimetral
En tiempos convulsos es cuando más se valoran los buenos momentos; por mucho que lo repitas, es algo que no debe estar de más recordarlo. Con nuestra gente de Santiponce, una de las asambleas más feminizadas de la provincia, siempre pasa: el cariño y la hospitalidad no solo se traduce en cómo te tratan, sino en cómo son a la hora de tratar cualquier cuestión que se les cruza por delante, en las conversaciones, incluso en el apasionamiento con el que cada cual defiende sus argumentos. Hasta en la actitud de Juan, nuestro portavoz, y en el sentido del humor. Hoy les dije que me divertían sus conversaciones de política doméstica, y era verdad, precisamente por la forma en que las comentaban.