¿Y la cultura, qué? Hablamos de economía, de racismo y aporofobia, del auge de las ideas y prácticas fascistas, del trabajo precario, de la falta de movilización y ¿no somos capaces de relacionar la falta de una con el crecimiento de lo otro?[…]
Si la Historia la escriben los vencedores, el presente es el mejor de los posibles. El pensamiento dominante escribe nuestro pasado como un progreso permanente (de la ciencia, la economía…), en el que cualquier camino alternativo que se hubiera recorrido habría resultado peor[…]