Winter is coming

Ya lo dijo Eduardo Galeano: dejemos el pesimismo para tiempos mejores. Hoy ha llegado el invierno y, después de años mirando para otro lado ante cientos de miles de hogares vulnerables, los partidos del régimen andan trajinando para apuntarse el tanto de una solución al tema de la mal llamada pobreza energética. Y lo han hecho, como siempre, a su manera: poniendo titulares mediáticos a las personas y pomadas a las eléctricas, no sea que se paren las puertas giratorias que conectan políticos y empresas.

Datos: El coste de producción de la electricidad en España ha subido cerca del 3,5% en diciembre con respecto al pasado mes. El precio de generación de la electricidad ha pasado de 56,13 euros por megavatio hora en noviembre a 60,21 en diciembre, encadenando 8 meses de subida. Es cierto que han bajado los “peajes eléctricos” con respecto al año pasado, así que el resultado es un encarecimiento del recibo final del 4,35%.

Más datos: Según Facua, el recibo de la luz se ha incrementado un 69,8% en la última década, una media de 33 euros mensuales más con respecto a finales de 2016. Compara eso con lo que han subido las pensiones o el salario mínimo.

Según EAPN, más de 5 millones de personas se declaran incapaces de calentar sus hogares en invierno. Casi un tercio (31%) de los hogares que no saben leer ni escribir son hogares en pobreza energética; el 21% de los hogares en situación de desempleo registraron retrasos en el pago de las facturas, frente al 7% de los hogares trabajadores. Los hogares con personas mayores, las familias monoparentales y las familias con 3 o más niños dependientes, tienen tasas más elevadas que otras tipologías de familias. El 18% de los hogares con alguna persona con mala salud en el hogar, se declara incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Más de 7.000 fallecimientos prematuros están asociados a la pobreza energética, una cantidad muy superior a los fallecimientos en accidentes de tráfico, por poner un ejemplo sencillo.

Hoy nos hemos concentrado en Sevilla (y en el resto del Estado) en apoyo a la Plataforma nomascortesdeluz.org, que reivindica lo siguiente:

  1. Prohibición legal de todos los cortes de luz a familias con problemas económicos. Las eléctricas deberán dirigirse a la administración para comprobar la situación de las familias que no abonen sus recibos. Si sufren vulnerabilidad económica, no podrán cortarles el suministro y el coste será asumido por las compañías.
  2. Fin a los abusos tarifarios. Aprobación de una tarifa asequible, regulada por el Gobierno, a la que podrán acogerse todos los consumidores domésticos en su primera residencia.
  3. Creación de una auténtica tarifa social. Sustitución del actual bono social por una tarifa de reducida cuantía dirigida a las familias con bajos niveles de renta, sufragada por las eléctricas.
  4. Reconocimiento y devolución por parte de las grandes eléctricas de los 3.500 millones de euros que cobraron indebidamente en concepto de Costes de Transición a la Competencia (CTCs).
  5. Auditoría al sistema eléctrico. Realización de un análisis de los costes del sistema desde que se puso en marcha la liberalización del sector, con el objetivo de determinar el precio real de las tarifas eléctricas.
  6. Aplicación del tipo de IVA superreducido a la electricidad.

¿Es eso lo que han pactado los partidos del régimen? Puedes jurar que no.

P.D.: Al principio he dicho “la mal llamada pobreza energética” porque, en realidad, de lo que estamos hablando es de gente que no puede pagar la luz, ni el gas, ni comer normalmente todo el mes, como tampoco pagar la cuenta del móvil o internet, por ser pobre o tener unos ingresos que necesitan para vivir el día a día. Por lo tanto, la mal llamada pobreza energética es consecuencia directa de la pobreza, y si erradicamos la pobreza y los sueldos y pensiones miserables estaremos acabando con la energética y con todas las que se nos pongan por delante. Una vez más, un asunto de clase.

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