Turismo y turistificación: precariedad y especulación [M.O. Julio-Agosto 2018]

Si eres de esas personas que tienen un piso alquilado a alguien, y pagas impuestos por la renta que obtienes de ese arrendamiento, debes saber que la multinacional Airbnb, que hace lo mismo que tú pero a nivel mastodóntico, tuvo 5,4 millones de clientes en 2016 y pagó en impuestos sólo 55.211 euros, es decir, a razón de un céntimo por alquiler (has leído bien: 0,01 €).

Los datos son de Infolibre y los cita Carlos Hernández Pezzi, autor de Turismo:¿truco o trato? (Ed. Catarata, 2018) en una entrevista de Gema Delgado para Mundo Obrero.

La entrevista está enmarcada dentro del Tema del Mes, titulado «Turismo: precariedad y especulación» ue puedes encontrar en la edición Julio-Agosto de la revista del PCE (la tengo en papel, pero pronto estará en la web).

Según este arquitecto, la Organización Mundial del Turismo habla de que podemos llegar a 100 millones de turistas anuales (el año pasado tuvimos casi 82). Sin embargo el turismo «no es precisamente la gallina de los huevos de oro» en Andalucía, a pesar del dinero que genera. De hecho, «por cada millón de euros sólo se crean 13,8 empleos», cifras escandalosamenta bajas que hablan, además, de «un empleo precario, de 22 euros al día y una explotación en la que se trabaja con contratos de horas o de semanas. Con empleos de bajo sueldo pero de gran carga laboral. Por 600 euros se puede estar trabajando más de 8, 10 ó 12 horas al día».

La sección incluye, además, un artículo bastante pedagógico de nuestro compañero Daniel González Rojas, portavoz municipal de IU en el ayuntamiento de Sevilla, titulado «Turistificación: hacer negocio con la ciudad»; y otro de Antonio Ibáñez Pielfort (de Espacio Común COOP), titulado «SOCIMIS y viviendas turísticas: las consecuencias de la desregulación a la carta», dedicado al alquiler como negocio inmobiliario.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.