11S después del rompeolas.

50 años ya desde que «para matar al hombre que era un pueblo / tuvieron que quedarse sin el pueblo». En la víspera escuché Santiago de Chile, original de Silvio Rodríguez, en la versión que hizo Miguel Ríos. Hacía mucho que no volvía a ella; cada 11S me suele llegar con los versos «La muerte no acaba nada» y «Los mismos en Chile que en España» que escribiera Alberti y cantaba Víctor Manuel. La oscuridad de este día es aún mayor por el terremoto en Marruecos (y su rey miserable) y el terrible accidente, tan cercano, en la avenida José Luis Prats de mi pueblo. Menos mal que nos queda el amor en los tiempos del cólera, brindar con vino del Condado por las treinta horas de rompeolas en Mazagón.

Vasos comunicantes

La compañera Chary Carranza y el elogio de la gratitud. La compañera de Miguel Ríos. Más de 30 años de comida china: Rosa y Juan se jubilan. Vázquez Montalbán me transporta al oleaje de un tiempo en el que era un niño y casi prohibieron aquel concierto de Raimon en Hielotrón. Mi hijo, el futuro Martin Gore :)