Nos hemos hecho viejos antes de tiempo por culpa de la reforma laboral. Los ajustes, la crisis, los recortes, los eufemismos y las malas palabras, el taco y los exabruptos, las retenciones del impuesto sobre las personas f铆sicas y el 21 % de IVA se nos han metido en el cuerpo, como un demonio, como una bacteria, y ahora forman parte de nuestro recuento plaquetario y de la enfermedad de la que, palabrita del Ni帽o Jes煤s, nos vamos a morir.
Marta Sanz, Clav铆cula, Ed. Anagrama, p谩g. 197.