Montparnasse

En París fui al cementerio de Montparnasse, como hacen muchas personas, a saber los motivos de cada cual. Visitar los restos de alguien que ya no es nada, es decir, que en realidad no está, es una de las expresiones más propias de la naturaleza humana, de las que más tienen que ver con lo que llevamos dentro, para bien o para mal. Tal vez fetichismo, claro,  y hasta necrofilia a veces. Montparnasse es perfecto para repasarte las clavijas emocionales, pero mi condición de turista accidental en esa ciudad, que llevo encima tan imaginaria como inabarcable, me obligó a reconocerme…