Estamos jodidos

Salí de ver la película El bar con dos ideas atravesadas. Una, sobre los paralelismos entre la verdadera historia que nos cuenta Álex de la Iglesia y la que escribió Isaac Rosa en La habitación oscura. La otra, como consecuencia de ambas narrativas, es esta: o rompemos las costuras de esta sociedad líquida en que vivimos, o estamos irremediablemente jodidos.