Sobre las cifras de desempleo en la provincia de Sevilla (marzo 2019)

Según datos oficiales, el mes de marzo ha acabado con 193.668 personas inscritas como demandantes de empleo, frente a 196.107 en febrero. El desempleo ha bajado en casi todos los sectores, especialmente en el sector servicios, con una reducción del paro en 1.277 personas; agricultura, con bajada de 467 personas;  Industria, con 447 menos; y construcción, con 628 paradas menos; y colectivo. En el colectivo denominado «sin empleo anterior» se ha producido una subida del desempleo en 380 personas.

(Aquí tienes una valoración más completa, en la web de IU Sevilla).

Con estas cifras, debemos alegrarnos de la reducción del desempleo y, además, dar todos los zascas que sean necesarios a quienes auguraban un incremento del desempleo por «culpa» de la subida del salario mínimo que aprobó el gobierno a instancias de Unidos Podemos. Pero, dicho esto, seguimos, mes tras mes, con el día de la marmota. Se repite la precariedad, las contrataciones inestables y de escasa duración. El carácter cíclico de las oportunidades de empleo y la escasa calidad del que se crea casi nos permite adivinar, sin apenas error, cuándo crece y cuándo baja, según el mes. La excesiva dependencia de sectores vinculados a las vacaciones y el buen tiempo, como es el caso del turismo, frente a perfiles profesionales cualificados que, en muchas ocasiones, tienen que salir a buscarse el trabajo en otros lugares.

Hoy he hablado por teléfono con una compañera cuyo hijo, que tiene estudios superiores en medio ambiente forestal, ha tenido que irse a trabajar a Galicia. Es un síntoma más de la falta de oportunidades en nuestra tierra para según qué empleos, pero no sólo: las personas con menor cualificación, que tienen los mismos derechos a llevar una vida digna, son contratadas con pésimos salarios, carga de trabajo brutales y horas extraordinarias sin pagar.