Si eres vehemente, es importante mantener la coherencia (en caso contrario, más te vale ser prudente)

La mayor infraestructura del país es la paz social, dice Antonio Garamendi en RNE. Como frase suena bien, más aún en boca de una persona que habla con tono moderado en comparación con anteriores presidentes de la patronal. Su interpretación, no obstante, tiene un peluseo.

A las 10 de la mañana he acompañado a nuestra portavoz municipal en Carmona, Isabel Ballesteros, que ha acudido a la Consejería de Salud a entregar 1.156 firmas de vecinas y vecinos exigiendo a la Junta la reapertura del servicio de urgencias de Guadajoz, una pedanía que está a unos 14 kilómetros del núcleo principal y de cuyos/as más de mil habitantes he leído que «Es de resaltar la humildad, sencillez, honradez de los popularmente conocidos como guajiros».

Después de allí, la compañera se ha ido a hacer lo propio al  Parlamento de Andalucía, registrando una copia de las firmas con nuestra portavoz Inmaculada Nieto y nuestro diputado por Málaga, Guzmán Ahumada.

Buscando información sobre el cierre del servicio de urgencias de Guadajoz he encontrado una noticia de marzo pasado donde el alcalde de Carmona, Juan Manuel Ávila (PP), respondió a IU en su cuenta de Facebook con un tono nada pacífico, diciendo que «el Ministerio [de Sanidad] ha obligado al cierre en toda España de estos consultorios» y que «En el mismo momento en el que he tenido conocimiento de esta decisión del Estado, he exigido que el Ministerio reabra el consultorio lo antes posible y se atiendan las necesidades sanitarias de los vecinos de Guadajoz», añadiendo que «Es lamentable, repugnante y vergonzoso que haya un partido político, precisamente uno de los que gobiernan ahora en el Gobierno Central, que aproveche esta circunstancia para atacarme e intentar culparme de esta decisión» y que «lo que tendría que hacer ese partido es pedir explicaciones a sus compañeros de Madrid por este cierre y comunicar esas explicaciones a los vecinos».

Con ese talante, no debe ser guajiro. Ahora que estamos en septiembre, tal vez debería reflexionar sobre los aprovechamientos, las circunstancias y las repugnancias de marzo y, por coherencia política, exigirle lo mismo a su tocayo presidente andaluz, actuar con la misma contundencia contra la Junta de Andalucía por una situación que ya no está en manos del Gobierno Central y, también, explicárselo a sus vecinas y vecinos.

Puedes seguir a IU Carmona en Facebook.

Durante estas semanas, pero sobre todo con el comienzo de septiembre, a la ola de indignación de la comunidad escolar se le está sumando con fuerza el hartazgo provocado por el colapso de la atención primaria sanitaria, que probablemente está viviendo su peor momento en décadas y que, ahora con el Covid-19, ha sacado a relucir todas sus deficiencias tras años de recortes, privatizaciones y falta de personal.

Hoy me ha gustado, a este respecto, una reflexión de nuestra compañera de Sanlúcar la Mayor, Marta Moreno (dejo aquí el enlace en Facebook para quienes puedan leerlo), sobre la importancia de no errar a la hora de exigir responsabilidades. También comparto la preocupación de José Mª Calado, compañero que forma parte del cogobierno de Espartinas, con el funcionamiento del Consultorio Médico Dr. José María Villagrán y del servicio que se ofrece desde Salud Responde.

Deja una respuesta