Parlamento de Andalucía, votación de enmiendas a los presupuestos 2017: al final resulta que Susana Díaz presume de lo público votando a favor de lo privado, que le encanta hacer pinzas de colores naranja y azul, que lo que pide su partido en los pueblos se queda en los cajones de San Telmo hasta mejor proveer… que su crítica a Rajoy es tan verosímil como las peleas de Pimpinela. Que no mira a su izquierda ni con tortícolis, vaya.

La política de la Junta y la del gobierno central como escala de grises.

Por la tarde/noche con Clara Alonso en la vigésimo segunda asamblea explicativa del Plan de Acción que hacemos en la provincia (quedan tres, si no me fallan las cuentas). Esta vez el desplazamiento más corto: en Dos Hermanas, donde me consta y alegra que ya han adelantado trabajo, donde soy consciente de que son (somos) conscientes de que esto ya no puede parar, que miramos atrás para alimentarnos de la tierra y llevar la savia hasta los frutos, como los árboles, y que quien no se dé cuenta ahí afuera, en Dos Hermanas o en la conchinchina, corre el riesgo de estrellarse de tanto mirar el retrovisor, poner el intermitente o hacer destellos con la luz de cruce.

O vamos juntos y juntas a rueda, o el dúo Pimpinela ganará en la contrarreloj. Nuestro pueblo sabe mucho de eso.

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