Trampantojo
Me recuerda Google Fotos que hace dos años exactos visité el monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, de donde salí con sabor agridulce: por una parte, las maravillosas explicaciones que recibimos de nuestra compañía local (miembros del colectivo de Amigos del Monasterio) en la zona abierta al público; por otra, la desgracia de recorrer clandestinamente espacios a punto de caerse y perderse definitivamente por el vertedero de la historia patrimonial de nuestra cultura. No se me ocurre mejor metáfora que el trampantojo que encabeza este texto, vaya.