Despropósito

Anotaciones en mi agenda de un encuentro con una persona de un AMPA de un instituto de Alcalá de Guadaíra: «Todos los centros del municipio masificados. Humedad en los techos y saturación en la escolarización: la dirección del centro obligada a convertir en aulas algunos WC del alumnado. En otros centros hay caracolas. Una plancha de escayola se cae de un techo coincidiendo con una visita de Susana Díaz (campaña electoral). Denuncias y quejas al Defensor del Pueblo. Visitas de inspectores de la Junta y del Defensor del Pueblo: las manos a la cabeza. Renuncia de la dirección facultativa de las obras, parcheado, rescisión del contrato. Niños/as de secundaria dando clases en guarderías. Despropósito total desde 2017, y sigue sin arreglarse la cubierta del centro». Está pasando. No salgo de mi asombro.

Homenaje a ‘Los Cinco de la Riuela’

El cementerio de Palomares es pequeño, claro. Como muchos de nuestra provincia, alberga historias de personas que no se resignaron y lucharon. Quienes allí nos congregamos, alrededor del 14 de abril, apenas podemos juntarnos en las callejas que se cruzan entre las tumbas, delante del monolito con los nombres de los cinco anarquistas de La Riuela, una historia que nuestra gente de Palomares se niega a dejar en el olvido.

CC.OO Sevilla celebra su 14º Congreso

Hoy he asistido con Paqui López, en representación de IU Sevilla, a la clausura del Congreso de la Unión Provincial de CC.OO Sevilla, que ha elegido una nueva dirección con el compañero Carlos Aristu al frente. Mi enhorabuena a Carlos, a quien deseo muchos éxitos, que serán éxitos de la clase trabajadora. Y mi agradecimiento a Alfonso Vidán, con quien he compartido movilizaciones, encuentros y complicidad durante los últimos años.

El banco bueno

Este banco no da crédito, ni intereses, pero es mi banco de confianza. Está situado en una zona degradada, junto a un edificio sin acabar, con vallado perimetral desvencijado, okupado por mirlos y gorriones, una estructura fantasma que nos recuerda la pesadilla del postboom inmobiliario. En este banco me siento cada día a repensar el trajín cotidiano, más o menos a medio camino de mis paseos antioxidantes, al comienzo de la mañana o al final de la tarde. Poco tiempo, lo justo para recapitular, ordenar y acaso apuntar ideas. Despresurizar, también. Es mi banco bueno, no deja hipotecas ni saldos…