Hablando de marxismo y comunicación con Francisco Sierra

Pongo por aquí las notas que apunté para el encuentro con el catedrático de Comunicología de la Universidad de Sevilla, Francisco Sierra, organizado por la Asamblea Local de IU Dos Hermanas, motivado por la publicación del libro «Marxismo y comunicación». No todo lo que he escrito lo he comentado en la videoconferencia, para dejar el mayor espacio de tiempo posible a la intervención del ponente y al turno de preguntas y respuestas de las personas asistentes al acto on line.

Son estas:

Gracias a mi asamblea local por permitirme compartir reflexiones y disfrutar de las reflexiones de Paco Sierra y las que colectivamente se puedan plantear aquí.

Gracias muy especialmente al compañero Manuel Tamajón, que no está en la “tablilla” de este evento pero es parte artífice fundamental del mismo.

Y gracias, como no, al compañero Francisco, Paco Sierra, que es la segunda vez que interactúa con nuestra asamblea en relativamente poco tiempo, hoy desde tierras castellanas.

Cuando hablé con Paco Sierra para la presentación del libro, aparte de no poner el menor reparo, me dijo que una presentación de un libro es también una excusa para conversar, para compartir. Como la idea inicial del codo con codo se ha ido al traste, hoy estamos utilizando una herramienta de comunicación que pone en evidencia que el tema es fundamental para los tiempos que vivimos.

También es, en cierto modo, una jornada de formación sobre la sociedad de la información y sobre la cultura desde un análisis marxista, donde tiene preponderancia, por ejemplo, la teoría del valor.

En este sentido, el libro tiene la virtud de poner orden y rellenar un vacío (cito casi literalmente el encuentro que tuviste con Eddy Sánchez en la presentación del libro por la Fundación de Investigaciones Marxistas, que calificó a Francisco Sierra como “hombre del renacimiento” cuya gran motivación es construir grupos de investigación, realizar publicaciones colectivas. A lo que yo añado su militancia política cuando le es posible, incluso en lo orgánico).

Una cosa que también interesa de este libro es su consideración de libro de filosofía política, lo cual lo hace más interesante tratándose de un tema del que somos parte activa y yo diría que “pacientes receptores y emisores” todas las personas que estamos aquí y casi el cien por cien de la sociedad en que nos desenvolvemos.

Me hubiera gustado que nos hablase de su experiencia en Ecuador con el gobierno de Rafael Correa. Me hubiera gustado saber su opinión sobre el lugar que ocupa hoy en día el marxismo, que tuvo gran fuerza a mediados del siglo pasado y le siguió otras tantas de marginación a partir de los 80 con el neoliberalismo. Me hubiera gustado saber si considera que el marxismo está obsoleto en el ámbito de la comunicación, con el surgimiento de las nuevas tecnologías, o si el legado marxista está presente en la formación universitaria de las carreras vinculadas con comunicación.

Creo que todas las personas que participamos en este evento somos conscientes del papel de los medios de comunicación como fuerza de choque del sistema. En el libro hay una cita de Thompson donde habla de que los estudiosos de la dominación ideológica consideran la comunicación de masas como un nuevo mecanismo de control social, donde se pueden propagar las ideas de los grupos dominantes y manipular y controlar la conciencia de los grupos subordinados. Algo que ahora podemos percibir permanentemente con los nuevos medios tecnológicos que siempre nos tienen en alerta.

Frente a eso estamos quienes creemos en la importancia del dominio público y la defensa del servicio público lo tenemos complicado. Lo mismo que pasa en Brasil o en México con grandes controladores mediáticos, como el Grupo Globo o Televisa, aquí el Grupo Prisa y El País, que pudo ser (o fue) el periódico del régimen del 78… y la labor de Urdaci en TVE, Telemadrid, los oligopolios, el duopolio actual: más canales, menos diversidad y pérdida de peso de los medios públicos.

Me preocupa que medios digitales cooperativistas o eldiario.es, que hacen periodismo serio de izquierdas, aunque albergan ciertas esperanzas, están aún lejos de puede contrarrestar el deterioro del sistema; me preocupa la existencia de medios que se presentan como independientes pero vulneran todos los códigos deontológicos de la profesión.

Me preocupa que no hay defensa del derecho a la comunicación, por ejemplo, que se hable sin pudor de libertad de prensa (ayer ABC decía en su editorial que Pablo Iglesias atacaba a la prensa libre), que cuando se habla de libertad de expresión se ignore que tiene que haber dignidad de los periodistas que trabajan en los medios, que tengamos mediación social con tecnología del siglo XXI pero condiciones laborales del siglo XIX, que no haya representación sindical en la Cadena Ser….por no citar la financiarización de la comunicación, en manos de fondos buitres y compañías hidroeléctricas y de telecomunicaciones.

Todo esto forma parte de la “excusa” que le planteo a Paco Sierra y que sé que difícilmente encaja en una propuesta de este tipo aquí y ahora. Solo añado una cosa al final: Ya conocemos la frase de Marx sobre cómo la filosofía se ha limitado a interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Teniendo en cuenta que la comunicación es un arma cargada de dominación, la pregunta es qué y cómo podemos contribuir, cada cual desde nuestra modestia individual y capacidad de generar sujetos colectivos, a cambiar el actual estado de cosas.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.

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