Hoy en La Campana hemos trabajado con el equipo de militantes que lleva los asuntos municipales del día a día. Es muy de agradecer ese compromiso tan pegado lo real y concreto, como el mal estado de la carretera que une el pueblo con la autovía, de unos 15 kilómetros, titularidad de Diputación de Sevilla. A la ida y a la vuelta (de noche) pudimos comprobar sus riesgos, pero nuestro caso de una tarde es lo cotidiano para los vecinos y vecinas de allí.
También hablamos del mal estado del colegio, sobre el que ya he comentado aquí más de una vez. Y de Guadalora, una finca pública prácticamente abandonada, donde apenas se generan 200 jornales en la recogida de aceitunas…
De casi dos horas de encuentro nos llevamos el zurrón bien cargado de trabajo. Por cierto: es la primera vez que visito La Campana: hasta ahora los encuentros habían sido en nuestra sede, en el parlamento… Visita devuelta, y ya que conozco el camino, serán muchas más.
