Nuestra ruta por las asambleas nos ha llevado hasta El Cuervo de Sevilla, donde nos hemos reunido con un grupo de compañeras y compañeros que, tras una dura campaña electoral, ha decidido llevar adelante el proyecto de Izquierda Unida, reconstruir la organización e iniciar una nueva etapa.
La anécdota del compañero José González Castells, que nos ha grabado un mensaje durante su particular ruta laboral por Cádiz, es un botón de muestra de ese ánimo y empeño. Cuando usamos en IU la expresión «tenemos una militancia de oro», quienes nos pateamos las asambleas sabemos muy bien que no es una frase hecha.
Lo que estoy comprobando en Gerena, Lebrija o El Cuervo, asambleas donde los resultados de las elecciones municipales no han sido los esperados, es que aquí nadie se rinde; que, como al pirata de Serrat, para hincarnos de rodillas tienen que cortarnos las piernas. Y hete aquí que te plantas en un sitio con la intención de levantar el ánimo de tu gente y te vuelves recibiendo una lección de compromiso y ganas de seguir dando la pelea por lo que crees. Lo dicho: militancia de oro.
