Tomo notas cada vez que voy a un sitio, sea asamblea de IU de cualquier municipio, sea una manifestación, un encuentro con algún colectivo, una charla… Dependiendo de la situación, escribo en un cuaderno, en el teléfono móvil, en un folio… Y si alguna vez es imposible, archivo las ideas en mi cabeza lo mejor que pueda para apuntarlas después; y si no hago ni lo uno, ni lo otro, es que no he encontrado nada interesante que guardarme.
Como las notas las tomó a vuelapluma, el proceso siguiente consiste en darles forma, convertirlas en una especie de relato que, en el futuro, me sirvan para «entender el momento». Creo que la mayoría de la gente que conozco no da ese paso, sino que prefiere escribir directamente «en bonito» o, simplemente, no hacer nada con ellas. El último escalón, por pura utilidad, consiste en trasladar ese «relato» a mi agenda de Google, de tal forma que al cabo del tiempo tengo, de cada espacio temporal, una especie de «rendición de cuentas».
Este «método del discurso» puede parecer laborioso, y en parte lo es, pero mucho menos de lo que aparenta, sobre todo si aprovechas los momentos en blanco (cuando vas en el metro, estás esperando a alguien…). En cualquier caso, todo lo dicho sirve para entender a las personas que me dicen que soy cuadriculado.
El jueves pasado me acerqué al Polígono Sur de Sevilla, invitado por la Asociación Nosotros También Somos Sevilla, para celebrar el Día de la Esperanza con un acto público donde, entre otras cuestiones, se planteó la puesta en marcha de un plan integral comunitario para, dado el fracaso de las instituciones durante décadas, intentar sacar a estos barrios del primer puesto de la lista de barrios más pobres y degradados del país.
Tengo que decir que las notas que tomó son de cualquier tipo: también impresiones propias, anécdotas, ideas que se me ocurren de lo que estoy viendo o escucho…
Por ejemplo, del rato largo que estuve en el acto del Polígono Sur escribí todo esto (en mi teléfono móvil, para mayor concreción) que copio/pego tal cual sale del bloc de notas :
Día de la Esperanza Polígono Sur
Rosario me presenta recordando que cuando me invitó acepté diciéndole que iría «a aprender»
El barrio después de 15 años del plan integral
73 incidentes desde agosto
Fiestas fin de semana sin legalizar
No se respeta el mobiliario urbano, contenedores, bancos, paradas de autobuses, robos con violencia… A compañeros de la plataforma
Menores que utilizan los adultos para actos delictivos
19 cosas buenas
Acto en la Factoria Cultural
Factoria del campus
Sacrificio de las entidades del Polígono actos culturales, 28f, etc. No los hace la administración, sino la gente
Conclusión
Los vecinos quemados, qué vamos a hacer para que participen. Trabajando con la Universidad Loyola.
Neiva Y Mari Carmen y Manuel Losa CCOO ayuntamiento.
Documento Neyva, «De un caminar en común para nuestros barrios». Asociación Andaluza de Barrios Ignorados Y Loyola. Pedir documentación.
Documento Picona: Tareas para desarrollo de un plan integral comunitario
El Plan Integral de la administración es un limbo, no se ha realizado. Cada día participa menos gente y las administraciones sólo puntualmente. La experiencia se va a poner en marcha en varios barrios. Es fundamental tomar conciencia de la situación por parte dd los vecinos. Tareas de la asociación y los vecinos y tareas de la Loyola. Canales de interlocución con, por ejemplo, partidos políticos. Crear una Red de diálogo.
Educación
Desempleo
Actividades ilegales y paralelas
Diversidad
Violencia
Sanidad y salud mental
Urbanismo y dotación de infraestructuras
Manuel Losa
Nuevo proyecto por el fracaso del plan integral tras 16 años por parte de las tres administraciones
Muchas mujeres en el acto
Hay una diferencia fundamental con el plan del comisionado, y es que este plan será con los vecinos. La universidad ayuda, pero el plan lo van a realizar los vecinos. La plataforma no dice lo que hay que hacer. Barrios de Córdoba, Las Palmeras, lo van a poner en marcha para conseguir la participación de los vecinos, nadie va a venir de fuera para cambiarlo.
Ignorados por las administraciones, guste más o menos el nombre. No va a haber ningún plan sin la participación vecinal. Nos estamos convirtiendo en el basurero de Sevilla. Que no se carguen la participación vecinal, que era enorme en sus orígenes.
Intervenciones de la gente, la mayoría de ellas son mujeres:
Esfuerzo por recuperar la unidad en la participación de las entidades del Polígono en esta iniciativa
Asambleas en todos los bloques de vecinos para entusiasmar a la gente del barrio
No olvidar la seguridad y el cumplimiento de las normas
Que no todo dependa del esfuerzo que haga la administración.
Es muy dolorosa la sensación de derrota, la mayoría de la gente pone como objetivo salir de aquí. Sin embargo la lucha de los vecinos ha dado muchos frutos. Deterioro, inseguridad, economía sumergida, cómo se puede volver a generar esperanza en los vecinos?
La pregunta es qué hacer para crear de nuevo autoestima, es muy importante el lenguaje, descubrir algo positivo sobre que no sólo somos capaces, sino que estamos siendo capaces.
«A mí me molesta que yo tenga que luchar para que las cartas lleguen a mi casa».
Lo que hay, el diagnóstico del barrio, no es obra del Comisionado, lo hicimos nosotros.
Aquí se hace mucho asistencialismo, es cierto, y hay muchas entidades subvencionadas por las administraciones para que éstas eludan sus responsabilidades.
Hay un cartel de la Plataforma que dice:
Garantizar la alimentación básica de todas las personas y familias necesitadas
Plan de empleo real y efectivo para las personas paradas
Renta Básica de corresponsabilidad para las personas sin ingresos
Lucha decidida contra el fracaso escolar
Que sea delito dejar a una familia sin recursos
Final de la asamblea: El 22 hay una reunión en Antequera de la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados para confirmar que se adhieren al plan integral comunitario que se ha propuesto.
Presentación de un comunicado de prensa.
Las administraciones han convertido el Polígono Sur de Sevilla en parque temático de la marginalidad, con edificios modernos de cristales encajados entre bloques de infraviviviendas.
40 años después, reencuentro con Francisco Jiménez Moguer.
