Si de verdad queremos mejorar la situación en los pueblos de la ‘España vaciada’, empecemos garantizándoles una sanidad pública digna

La población de El Garrobo no llega a 800 habitantes; la candidatura de Izquierda Unida, encabezada por Jorge Bayot, obtuvo mayoría absoluta en las últimas elecciones municipales (y en las anteriores). El Garrobo es, en la terminología al uso de hoy, uno de los pueblos sevillanos que podrían enmarcarse en la ‘España vaciada’. Las administraciones llevan algún tiempo utilizando ese concepto en documentos y discursos oficiales, y el salto al Congreso de una agrupación de electores (Teruel Existe) ha dado fuste a una idea que ya figura en agendas y programas de inversiones, pero mucho menos en las prácticas de quienes tienen otros objetivos más ‘elevados’ que pensar en las necesidades de los pueblos.

En la mañana de este miércoles he vuelto a El Garrobo con nuestro responsable comarcal, Marcelo Domínguez, donde hemos mantenido un encuentro con Jorge Bayot para, como llevamos haciendo en este on the road de septiembre, analizar la situación sanitaria del municipio y la gestión municipal de la vuelta a las aulas.

Lo primero que nos ha contado Jorge es que el 15 de marzo, desde la Delegación Territorial de Salud le comunicaron por teléfono el cierre del consultorio médico a partir de las 3 de la tarde, la supresión de las urgencias y la falta de atención sanitaria durante los fines de semana, derivando cualquier incidencia al centro de salud de Gerena (que está a unos 14 kilómetros). A partir de ahí, lo conocido (pero no por ello menos vergonzante): «colas de decenas de personas esperando para coger cita a pleno sol de julio y agosto, que luego han sido atendidas dos semanas más tarde por el único médico que tenemos. Y vecinos y vecinas, que, según el alcalde, acaban acudiendo al hospital de referencia en Sevilla (Virgen Macarena), ya que el centro de salud de Gerena está colapsado».

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