‘Soy un gato’, de Natsume Soseki

Hay que tener paciencia para leer «Soy un gato», escrita en 1905 por Natsume Sóseki y publicada por la editorial Impedimenta en 2010 (traducción de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés).

Llegar a disfrutarla en su plenitud, decir que te ha enganchado, entrar y ser parte de la narración, requiere avanzar hasta, al menos, una cuarta parte de las 646 páginas con letra pequeña que tiene la obra.

‘El árbol’, de John Fowles: el caos verde (o un bosque)

El bosque de Wistman, en medio de una zona yerma al norte de Dartmoor (Inglaterra), es una especie de milagro ecológico. Según la web Viajeros del Misterios, allí los robles «apenas crecen más de 7 metros de altura, y sus ramas enredadas y suelo rocoso e irregular hacen que sea imposible para ponis y ganado entrar (…). Su inaccesibilidad lo mantiene protegido del pastoreo destructivo, mientras que las historias de druidas, fantasmas, el Diablo y un sinfín de otras criaturas sobrenaturales han mantenido lejos a los humanos durante milenios. Esta es la razón principal por la que todavía el bosque sigue existiendo en el páramo¨.

#22FYoVoy

No quiero que nuestra gente mayor, la que cobra alguna pensión pública, reciba una miseria después de toda una vida de trabajo y entrega.

No quiero que un gobierno corrupto, que reparte recursos públicos entre amiguetes a cambio de una jubilación dorada en alguno de los consejos de administración de esos mismos amiguetes, vacíe los bolsillos de nuestra gente mayor.

Cultura: de la crítica a la mercancía

Dicen que una vez le preguntaron a Gandhi «¿Qué piensa usted de la civilización británica?» y él respondió «¡Sería una buena idea!».

Cuenta Terry Eagleton en su libro que el concepto de cultura, tal y como hoy lo entendemos, es relativamente reciente. «La palabra ‘cultura’ empezó a utilizarse de forma generalizada en el siglo XIX. Cuanto más mecánica y empobrecida parece la experiencia cotidiana, más se promueve un ideal de cultura por contraste. Cuanto más burdamente materialista se vuelve la civilización, más exaltada y sublime parece la cultura».

‘Por qué soy comunista’, de Alberto Garzón

La obra Por qué soy comunista, de Alberto Garzón, está estructurada en tres partes. La primera, de más difícil lectura, se titula «La ciencia y el socialismo», donde se repasa la historia de la ciencia, la cuestión del método científico y el estatus científico de las ciencias sociales. También habla de marxismo, del significado de materialismo histórico y del funcionamiento del capitalismo.

Abrigada con el supuesto carácter de ciencia, la economía se presenta actualmente como una herramienta neutral en manos de supuestos expertos, casi siempre procedentes del sector financiero o de universidades privadas, que permitiría a la sociedad avanzar por la ineludible senda del progreso.