Diario semanal: del 16 al 22 de enero.

Dramatis Personae (por orden de aparición): Jorge Luis Borges, André Gide, Joy Division, François Mitterrand, Bob Marley, Vincent Maël Cardona, Laura Barrachina, Belle and Sebastian, Jeff Bezos, Mª José León Martel, David Attenborough, Pedro Sánchez, Patricia Fernández, Paco Tejado, Nacha Pop, Miguel de Cervantes, Santiago Alcanda, Mike Oldfield, Juan Morillo, Raphael, Iggy Pop, Lola Flores, Dusty Springfield, Myriam Muñoz, Aldous Huxley, Ainhoa Espada, Tanith DJ, Dr. Motte, Louda Ben Salah-Cazanas y José Manuel Hinojosa.

Diario (o casi) semanal: del 9 al 15 de enero.

El sonido de la familia. Cultura desde la subcultura.

Dramatis Personae: Rafael Alberti, Salvador Allende, Jair Bolsonaro, Richard Wagner, André Gide, Francisco Umbral, Pepe Ruiz, José Antonio Diáñez, Everything But The Girl, Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Maíllo, Felix Denk y Sven von Thülen.

Diario semanal.

Volver a ser un dibu.

Dramatis Personae (por orden de aparición): Dominique A, Les negresses vertes, Paqui López, Ana Benítez, John Irving, Marcelo Lay, Lula da Silva, Madame Bovary, Susumu Yokota, Ryuichi Sakamoto, Francisco Sierra, Raymond Radiguet, Yann Coquart, Amélie Nothomb, Erik Satie, Paul Morand, Jean Cocteau, Igor Stravinski, Julien Cendres, Capitán Swing, Alejandro Sanz, Charlie Kaufman, Walter Benjamin, John Malkovich, Donald Trump, Jair Bolsonaro, Pablo Garrigós, Alva Noto, Iggy Pop, Nicholas Ray, Humphrey Bogart, Gloria Grahame, Emma Thompson, Jonathan Pryce, André Gide, Moby.

105 Cumpleaños de Cortázar

Desde el primer momento, a fines del otoño triste de 1956, en un café de París con nombre inglés, adonde él solía ir de vez en cuando a escribir en una mesa del rincón, como Jean-Paul Sartre lo hacía a trescientos metros de allí, en un cuaderno de escolar y con una pluma fuente de tinta legítima que manchaba los dedos. Yo había leído Bestiario, su primer libro de cuentos, en un hotel de lance de Barranquilla donde dormía por un peso con cincuenta centavos, entre peloteros mal pagados y putas felices, y desde la primera página me di cuenta de que aquel era un escritor como el que yo hubiera querido ser cuando fuera grande. Alguien me dijo en París que él escribía en el café Old Navy, del Boulevard Saint-Germain, y allí lo esperé varias semanas, hasta que lo vi entrar como una aparición. Era el hombre más alto que se podía imaginar, con una cara de niño perverso dentro de un interminable abrigo negro que más bien parecía la sotana de un viudo, y tenía los ojos muy separados, como los de un novillo, y tan oblicuos y diáfanos que habrían podido ser los del diablo si no hubieran estado sometidos al dominio del corazón.

Gabriel García Márquez, El argentino que se hizo querer de todos.

Homenaje a Otto Engelhardt

Otto Engelhardt fue un ingeniero eléctrico alemán que dirigió la Compañía Sevillana de Electricidad a principios del siglo pasado. Feroz enemigo del nazismo y defensor de la Segunda República, que le concedió la nacionalidad española en 1932, también fue director de la Compañía de Tranvías y, en la última etapa de su vida, fundó un laboratorio en San Juan de Aznalfarache, donde vivió hasta que fue fusilado por los fascistas de Queipo de Llano.