La canícula
Mi teléfono móvil marca 38ºC (tres más de sensación térmica), cuando me para un señor mayor por la calle; lo conozco pero no recuerdo de qué (ese desvarío me acompaña desde que salí del cascarón). «Don Manuel Lay, cómo está usted, le saludo con mucho gusto porque siempre me ha parecido una gran persona y le respeto muchísimo, y además siempre me ha tratado con mucho respeto, no como otros políticos…». No sé cómo corresponder a sus palabras, solo agradecer y preguntarle si está bien y algún comentario sencillo sobre el tiempo y la humedad. Al despedirnos, nota mental acerca de momentos así. (Voy a abrir un cuadernito de bolsillo con notas mentales que no veas).