Espadas y Bretón siguen hablando de lo mismo (que no ha funcionado) sobre el Polígono Sur
Si hablas con mi compañera Rosario del Polígono Sur, así, digamos, tomando un café, te hablará de su preocupación de décadas por todos los problemas del día a día viviendo allí. También te hablará -y si no lo hace ella, lo harán otras personas que la conocen- de su lucha durante esas décadas por mejorar su barrio. Y si le preguntas por qué no se ha ido a otro sitio, se encogerá de hombros y no tendrás que preguntarle nada más porque -si no lo hace ella, lo harán otras personas que la conocen- Rosario no ha parado nunca de luchar por un mundo mejor y, efectivamente, dentro de ese mundo también está su barrio, que no va a abandonar.