A casa por vacaciones. A falta de pasión cofrade y de recursos para escapar del mundanal ruido y las coberturas telemáticas, es tiempo de reciclaje interior,  lectura, cine y música. Y los días laborables pasados, burocracia y planificación.

Con estos mimbres, ya está organizada la semana próxima. En la agenda hay bastantes previsiones apuntadas. Aquí te dejo algunas de ellas.

José Antonio, Carmen, Cristóbal, Rosario, Pepe, Moriel… son activistas sociales que luchan por una sociedad más justa, y lo hacen desde diversos frentes y desde hace muchos años. Son, en algunos casos, militantes de Izquierda Unida, pero cuando participan en colectivos, plataformas, mareas, etc., no necesitan llevar la etiqueta pegada en el pecho: lo hacen por esa necesidad de ser útiles, de echar una mano a quienes más lo necesitan, y en ese empeño se dejan muchas horas, mucho trabajo y, en no pocas ocasiones, también muchos sinsabores. Son, como diría Pepe Múgica, militantes, en el más noble sentido de la palabra.

Este fin de semana se han celebrado en Osuna unas jornadas sobre la Política Agraria Común, organizadas por el Grupo Parlamentario Europeo de Izquierda Unida. Ayer no tuve la posibilidad de asistir, pero nuestro compañero José Antonio Mesa sí participó, después de la manifestación en Sevilla, al igual que en la mañana de hoy.

Mi más sincera enhorabuena a la Plataforma Sevillana en Defensa de las Pensiones Públicas y a todos los colectivos y personas que han desbordado Sevilla esta mañana. No he podido asistir porque hoy, también, ha sido el gran día en que hemos celebrado las Jornadas Municipalistas en la Universidad Pablo de Olavide, organizadas por la asamblea de IU Dos Hermanas.

Traje verde de plástico en la concentración de docentes interinos/as de esta mañana, ante la Delegación de Educación. Me acordé de Laura Palmer cuando Mai, la compañera de prensa, me mostró mi fotografía de cuerpo presente, después de advertirme: «Esta no la vamos a publicar», jajaja.

(Y yo, disciplinadamente, acato).

En Paradas, los fascistas asesinaron a más de 200 trabajadores y trabajadoras. Me cuenta Manolo Velasco, nuestro experto en la materia y Responsable de Memoria Democrática de IU Sevilla, que hubo que parar la matanza cuando los falangistas se dieron cuenta de que el pueblo se estaba quedando sin braceros/as para recoger las cosechas.